Cortadora de fiambre ¿Sólo fiambre?

Aquí os traigo una cortadora de fiambre que generó diversas opiniones desde que llegó a casa. Para mi madre siempre ha sido "Un trasto", mi padre siempre decía "¿La devolvemos? (Mientras en el fondo esperaba que nadie contestase para quedarsela)" y yo siempre había pensado que simplemente para cortar fiambre era un trasto, luego cambió mi opinión.

Cansada ya de solo usarla para cortar jamón y salchichón, un día decidí hacer unos canelones de calabacín (que por cierto os pondré la receta en breve) y se me encendió esa bombilla que parecia apagada para siempre "Y...¿Por qué no cortas las láminas de calabacín en la cortadora?-Pensé". Así que me puse manos a la obra y salieron unas láminas perfectas, finitas y todas iguales.

Muchos pensareís pues una mandolina hace la misma función y sí teneís razón, pero para mi las mandolinas son más tediosas, hay que montarlas elegir como quieres cortar y SIEMPRE queda un trozo que no se puede cortar a menos que te rebanes los dedos, así que desde aquel día mi cortadora de fiambre se convirtió en mi cortadora de todo aquello que se me pueda ocurrir desde verduras hasta pan pasando claro está por el fiambre, que esa era su función principal!

Aquí abajo os dejo la cortadora más similar que yo compré, con dos velocidades de la cuchilla, la primera se mantiene sola y la segunda hay que mantener el botón pulsado. Con 20 niveles de corte: